Tanto si eres diseñador como si no, siempre hay momentos en los que te encuentras con desafíos comunes de tu profesión. En el caso de los diseñadores gráficos nos encontramos con una serie de desafíos que no nos pueden parar. A veces, es tan sencillo como el simple hecho de que tenemos que llegar a las entregas establecidas con los clientes.

En este post voy a darte una serie de consejos y estrategias para superarlas.

El famoso bloqueo creativo.

Si señor, la más común en este mundillo. ¿Quién no ha escuchado nunca el típico “no estoy inspirado”?
Solucionar este bache es sencillo si sabes cómo. Te aconsejo que salgas a caminar, que cambies de tarea, que comas algo, incluso que te des una ducha (si es que estás en casa). Inspírate. Mira trabajos de otros diseñadores, metete en Pinterest o en Instagram. Y por último, practica la técnica del “brainstorming”, anota todas tus ideas sin importar lo locas que estas parezcan.

Un feedback negativo.
¿Quién no se ha desanimado con una crítica negativa? Mi consejo es, que si esta crítica puede ayudarte a mejorar o salirte del camino establecido, aprende a usarla como algo positivo. De lo contrario, si esa crítica no puede hacer nada para cambiar tu diseño o mejorar, quizás estás tratando con un mal cliente o (también puede ser) con una mala persona.

De tratarse del primer caso, escucha y analiza, no te lo tomes a lo personal y busca segundas opiniones. Créeme, al final siempre sale algo bueno de una crítica consciente,

Gestión del tiempo.
Ese temido “Deadline”. Manejar múltiples proyectos y cumplir con los plazos siempre es desafiante.
Mi consejo es que para que eso no pase, utiliza tu tiempo para ser creativo y original, pero utilízalo cuando estés muy lejos de la fecha de entrega. Es decir, en cuanto te enteres del proyecto, se creativo y disfruta de ese momento. De ese modo sabrás que en cuanto se vaya acercando la fecha te convertirás en un mero maquetador.
Solo tendrás que realizar la parte mecánica porque la creativa ya la habrás hecho con tiempo de sobra 

Estos son 3 de los desafíos con los que me suelo encontrar en mi día a día. Seguro que a vosotros tenéis muchos más.