Si eres diseñador gráfico, crear una marca desde cero es un proceso desafiante que puede ofrecer muchas lecciones valiosas.

La creación de una marca requiere de un proceso de investigación previo donde debemos investigar al público objetivo, la competencia y las tendencias del mercado. A esto se le llama “benchmarking”. Con esto adoptaremos las prácticas que más nos gustan y nos alejaremos de las que no encajan con nosotros y nuestra marca.

Antes de crear la marca debemos de darle unos valores, un espíritu una misión y una visión. No es necesario hacerlo en este orden, pero está bien crear un “mood board” para inspirarnos antes de empezar a crearla.
El siguiente paso a seguir sería el desarrollo de la identidad de nuestra marca. Para ello comenzaremos con el “naming”, es decir, la elección y el desarrollo del nombre de nuestra marca. Seguidamente, la creación del logotipo, elección de los colores y la voz de la marca.

La voz de la marca es la personalidad y el tono distintivo que una marca utiliza en su comunicación con el público. Es la forma en la que esta se expresa a sí misma a través de sus mensajes escritos, hablados y visuales.
He de recalcar en que la voz de la marca es crucial para establecer una identidad coherente y reconocible, así como para conectar con su audiencia.

Una vez hecho esto nos centraremos en el desarrollo del concepto del diseño con base a la identidad de marca establecida. Comenzaremos a desarrollar conceptos de diseño que reflejen estos valores y que atraigan a nuestra audiencia objetivo. Consideraremos todos estos aspectos creados e implementados anteriormente como los colores, la tipografía, las formas y los estilos visuales para que sean coherentes con la personalidad de la marca.

Seguidamente, realizaremos pruebas y refinamientos. Esta es mi parte favorita, realizaremos los ajustes necesarios para mejorar y refinar nuestros diseños.

Una vez estén los diseños finalizados y aprobados, comenzaremos a implementarlos en nuestros productos y servicios. Nos aseguraremos de mantener la coherencia visual en todos estos puntos de contactos con nuestra audiencia. Desde un sitio web, una aplicación móvil hasta el mismo “packaging” de producto.

Por último y no menos importante deberemos realizar una evaluación continua. La creación de marca es un proceso continuo, por lo que es fundamental seguir evaluando y ajustando nuestros diseños a medida que evoluciona nuestra marca, puesto que las necesidades de nuestra audiencia van cambiando con el paso del tiempo.